por MICHELLE NAYAHAMUY ROONEY – Centro de Políticas de Desarrollo
Persona extraña. Llegaste un día. De otros lugares. De otras personas
Dijiste que buscabas conocimiento. Mi amigo. Antropólogo
Hechizado por tu extrañeza decidí ayudarte
Mi espíritu le dio la bienvenida al tuyo en la casa de mi familia.
Podría haberte adoptado como mío
Hijo. Hija. Hermana. Hermano
Otro
Me viste en mi punto más débil. Me viste en mi momento más fuerte. Buscando conocimiento
Busco ganarme la vida. Busco resolver problemas. Tú viste
Estudiaste mis dilemas morales. Mis locas paradojas
Buscamos. Espejos el uno del otro
Conocimiento co-construido
Dotado. Tú cosechaste
Datos
Porque vienes de otros lugares. Porque perteneces a otras personas
Te protegí como si fuera mío. Sentí una obligación. Para mantenerte fuera de peligro
A veces no estuvimos de acuerdo. Todas las familias están en desacuerdo
Cada palabra. Cada paso. Cada acto
Tú viste mi aliento
Estudiaste mi alma
Tema
¿Sientes mi dolor? ¿Ves mi sonrisa? ¿Escuchaste mis palabras? Hablamos
¿Sentiste mi aprensión? ¿Sabes que temo tu poder?
¿Sabes que me molesta tu privilegio? Veo tu vulnerabilidad
¿Viste mis ojos suplicándote?
Déjame ser más que esto.
¡Tu otro!
Igual
Pasaron los meses. Un día tuviste que irte. A tu otra casa. Nos separamos
Cuando te fuiste, cerraste la puerta empacando pedazos de mi espíritu. Te fuiste volando
Me retiré. Silencio. Invisible. De vuelta a tus sombras desconocidas
Tomé pedazos de tu espíritu. Recuerdos de nuestro tiempo
Sin ser extraños el uno al otro
Nuestros espíritus
Coexistir
Las semanas se convierten en meses. Los meses se convierten en años. Esperamos. Con orgullo
En papel blanco, tus manos mecanografiaron. Las palabras de mi voz negra
¿Alguna vez piensas en mí? ¿Me recuerdas siquiera?
Nuestros espíritus bailando en tu mente. Las palabras fluyen
Hasta tu imagen de mi alma
Escrito como un todo
Papel
Te retorciste y te volviste. Nuestros espíritus lucharon. Discutiste contigo mismo
Tu propio conocimiento. Tu propia gente. Tu poder
Recuerda nuestra enseñanza. Servida en nuestra comida. En nuestra casa
Recordar. Somos espejos el uno del otro
Su conocimiento enviado a otros
Te mira desde casa
Autor
Transformaste nuestro conocimiento en palabras de otros. Para otras personas en otros lugares
Razonas a través de nuestros dilemas en los pasillos del poder
Te familiarizas, moralizas, categorizas, caracterizas
Nuestros espíritus permanecen dormidos. Silencioso e invisible
Tallado en la tinta indeleble negra
Esperando volver
Hogar
Eres uno de nosotros. Nos encanta que hayas venido y compartido nuestra casa. Nuestra amistad
Nos encanta el trabajo que haces. Juntos nuestros espíritus bailan sobre la tierra
Espero que vengas. Para compartir nuestro botín ganado con tanto esfuerzo
Tu creación. De la enseñanza de nuestro hogar
Dotado de las profundidades de mi alma negra
Tu producción
Conocimiento
¿Tengo sentido para ti? Nuestros espíritus vagan. Inquieto en tu otro mundo
Es hora de traerlos a casa. Sus partes restantes aguardan
Necesitamos nutrirlos. Necesitamos comer juntos
Podemos crear un mejor conocimiento
Podemos hacer que nuestros otros sean uno
Entendernos unos a otros
Antropólogo
***
La antropología me transformó. En la antropología descubrí una maravillosa caja de herramientas para comprender, crear, compartir y almacenar conocimientos en, y de, nuestro complejo mundo. La antropología también es una cultura: un sistema de relaciones sociales que produce, reproduce y refuerza ciertos tipos de conocimiento. Hay personas de dentro y de fuera; nuevo y viejo; jerarquías; estructura; normas sociales, morales y valores.
También descubrí verdades incómodas. Soy una mujer de Papúa Nueva Guinea que vive y trabaja en Australia. Mi experiencia y práctica de la antropología implica alternar, a veces a sabiendas y a menudo sin saberlo, entre ser diferente a los demás. Un día soy antropóloga y al siguiente soy la fuente de datos para un colega que parece ajeno a mí tratando de comprometerme como un igual.
Estas experiencias revelan contradicciones. Por ejemplo, existe una tensión entre el trabajo de campo y la etnografía. Por un lado, el antropólogo produce y reivindica conocimiento. Por otro lado, para obtener este conocimiento, el antropólogo debe involucrarse en un proceso relacional de sumergirse, entablar amistad, participar y experimentar con otras personas y culturas.
Estos métodos, y el encuadre del antropólogo como productor de conocimiento, se basan en el supuesto problemático de que el otro es solo un receptáculo pasivo de datos, un insumo para el proceso de producción de conocimiento del antropólogo. En el poema, el sujeto del antropólogo crea simultáneamente conocimiento en relación con el antropólogo. Ella está recopilando datos, codificando acciones, analizando la moralidad, categorizando y produciendo conocimiento.
La fuerza, el valor y la importancia de la antropología radica en estas contradicciones. Me encanta cómo el antropólogo aporta una mezcla interminable de curiosidad, entusiasmo, teoría y perseverancia para comprender el punto de vista del otro. Este resultado, cuando se logra, se gana con esfuerzo. Mi propio conocimiento mejoró porque las personas entre las que investigo me regalaron su infinita curiosidad, entusiasmo, teorías y perseverancia. Es en esta dialéctica de la contradicción y las relaciones entre el antropólogo (otro) y el otro (buscador de conocimiento y productor de conocimiento) donde cristalizan nuevas formas de conocimiento, de conocer y de crear conocimiento.
Algunas formas de reconocer estos temas que podrían mejorar la antropología incluyen: a) aprovechar el importante progreso logrado por los métodos de investigación feministas y descolonizadores para replantear la etnografía como un proceso dialéctico entre investigadora e investigado; b) permitir que otros compartan y representen sus propias formas de conocimiento como parte de la práctica antropológica; c) alentar a los antropólogos a compartir su trabajo con las comunidades, los legisladores y un público más amplio.
Dar estos pasos puede significar transformar los programas académicos para incorporar planes que compartan conocimientos en propuestas de investigación, aprobaciones éticas, currículo y procesos de enseñanza y examen. En un mundo donde las barreras entre los antropólogos y los demás se ven disminuidas por la tecnología, así como por las transformaciones sociales y políticas, la antropología necesita abordar estos problemas para seguir siendo relevante.
Fuente: SCA/ Traducción: Maggie Tarlo