Todas las cosas que pueden matarte en Navidad

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por ALINA KLINGSMEN – alina@antropourbana.com

No sé quién empezó la tradición familiar. Tampoco sé quién la bautizó. Aunque tengo mis sospechas. Diría que fue mi abuela. Pobre. Ya no está para defenderse. Pero cuando la tradición se renueve, como cada año, pensaremos en mi abuela. Quizás para eso tenemos tradiciones navideñas. Para pensar en quienes ya no están. Para hacerlo con una sonrisa.

Viajé de Filadelfia, donde vivo, al suburbio norte de Buenos Aires, de donde vengo. Las fiestas son una época de viajes. A veces largos, a veces cortos, a veces intermedios. A mí me tocó el viaje que va del invierno al verano. En Filadelfia tenemos navidades nevadas y en Buenos Aires tenemos navidades en la pileta. Y tenemos otra cosa. Al menos en casa. La tradición de Todas las Cosas que Pueden Matarte en Navidad.

Mi abuela insistía en tener un televisor encendido en Crónica TV, una señal de cable de noticias sensacionalista. Famosa por sus placas rojas, impactantes, amarillistas, siempre discutibles (“Accidente fatal en Flores: Mueren dos personas y un boliviano”, éste es un ejemplo famoso). En Navidad y Año Nuevo solían pasar un conteo de muertos y heridos: accidentes de tránsito, mal uso de pirotecnia, corchazos de sidra en los ojos. Le preguntábamos a mi abuela que por qué quería mirar eso. Decía que para ver todas las cosas que pueden matarte en Navidad. O al menos eso es lo que decimos que decía y la razón por la que todavía tenemos un televisor encendido en Crónica TV.

Al parecer hay muchas otras cosas que pueden matarte en Navidad. No sólo los corchazos de sidra en los ojos, que es una muerte horrible, sacada de una película de asesinos seriales de los años 70 y 80, esos con máscaras, machetes y, bueno, corchos de sidra.

Esto no viene de Buenos Aires sino que viene de Filadelfia. A unas cuadras de donde vivo hay un antiguo gimnasio, ahora reconvertido en un centro holístico de bienestar personal, caro, mucho, donde la gente habla de despojarse de esto y de aquello pero acaba haciendo abdominales como todo el mundo. En la puerta tienen un tablón donde cuelgan información relevante para el bienestar personal holístico de quienes pasan caminando. Quizás buscan nuevos creyentes o nuevos clientes. Antes de hacer el viaje del invierno al verano, tomé algunas notas del tablón. Parecía una versión nevada de Todas las Cosas que Pueden Matarte en Navidad.

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Era una colección de recortes acerca de los daños de salud que causan las fiestas. “Recortes” no es correcto. Pero suena lindo, ¿no? Esto fue, más bien, una tarea para Google, supongo. Habrán buscado algo como Navidad + salud + perjuicios y luego imprimieron los mejores resultados. Informaban del aumento del colesterol, del estrés, ataques cardiacos, fallas respiratorias, quebraduras de caderas, daños renales. Todo provocado por las fiestas. No pusieron nada de corchos en los ojos. Supongo que se lo perdieron en la traducción. Al menos tendré tema de conversación para la cena. A mi abuela le habría encantado.

Que tengan unas lindas fiestas y si no les gustan las tradiciones que les tocaron, invéntense otras mejores.

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