por ALEX GOLUB – Universidad de Hawái
El Proyecto Hamilton del Brooking Institute (porque después de Hamilton todo debe llevar el nombre de Hamilton) tiene un nuevo sitio web que examina la relación entre trayectoria profesional y carrera universitaria; en otras palabras, muestra lo que las personas especializadas en un campo hacen para ganarse la vida. El sitio y el visualizador interactivo de datos y los informes que lo acompañan afirman lo que pasé diciéndoles a los estudiantes de pregrado en mi función de asesor, durante los últimos tres años, por lo que quisiera tomarme un segundo aquí y discutir lo que realmente puedes hacer con tu especialización en antropología. Lo que realmente dicen los datos.
Éste es el discurso estándar que les doy a los estudiantes: No hay una conexión fuerte entre tu carrera universitaria y tu ocupación (al menos en antropología y en la mayoría de las otras especialidades). El propósito de una licenciatura es brindarte habilidades generales que te permitirán ser un ciudadano de tu país y del mundo. Estas mismas capacidades generalizadas que necesitas para la ciudadanía son las que necesitas para el mercado laboral. No tiene sentido aprender a seguir órdenes mecánicamente, ya que eso solo significa que puedes ser reemplazado por un robot. La clave es la capacidad de aprender rápidamente, pues las empresas ya no creen en la capacitación. Se te pagará mejor si puedes moldear o mantener la vida de los privilegiados. Se te pagará mal si trabajas para los pobres o los desfavorecidos. La respuesta a la pregunta «¿Qué puedo hacer con esta especialidad?» no es una lista falsa de opciones laborales. Si estás esperando que tus profesores universitarios te den un trabajo bien remunerado, eso no va a suceder. Y esto no es culpa nuestra: no es el sector educativo el que sigue haciendo estallar la economía para que los ricos se vuelvan más ricos. La universidad no se trata de elegir una especialización de un menú para que luego puedas elegir un trabajo de un menú. La universidad se trata de descubrir lo que quieres hacer y luego ver cuán posible es eso en el mundo en el que vivimos.
Ahora, el Proyecto Hamilton no se ocupa del extremo más filosófico de las artes liberales de mi perorata a los estudiantes. Pero sí subraya un punto central: no existe el «trabajo de antropología» para estudiantes de antropología.
Los trabajos más comunes para estudiantes de antropología son: derecho, administración, docencia y «profesores de educación superior», que supongo significa «profesores y adjuntos». Pero incluso el trabajo más común para los antropólogos no representa el 93,5% de las ocupaciones de los antropólogos. Las cuatro ocupaciones principales representan menos del 20% de las ocupaciones. En otras palabras: puedes hacer cualquier cosa con una carrera en antropología. Pero obtener una especialización en antropología no te da habilidades para ningún trabajo en particular. Excepto tal vez ser profesor de antropología.
El Proyecto Hamilton usa los mismos datos de ACS que estuve usando para asesorar a estudiantes. Cuando les digo que lo más probable es que serán maestros de escuela secundaria o asistentes legales, a menudo se deprimen. Esto se debe en parte a que tienen la idea de que se les entregará el látigo y el sombrero de Indiana Jones junto con su título. Pero también se debe a las afirmaciones falsas e inexactas que les hizo la universidad. Hoy las universidades les dicen a sus estudiantes que los títulos de grado son títulos vocacionales. Cuando se les pide que elijan una especialización, los estudiantes reciben volantes que enumeran «trabajos que puedes hacer con una especialización en antropología». Estos trabajos suelen ser glamorosos e implican muchos viajes internacionales y ayudar a otras personas (el trabajo de ayuda es popular). Pero no hay evidencia, ninguna evidencia, de que estos anuncios de menú de trabajo tengan algo que ver con la realidad.
Nadie debería decirle a un estudiante de antropología que es probable que se adentre en una vida de viajes internacionales benévolos y bien remunerados si obtiene una licenciatura en antropología. Afirmaciones semejantes son 1) infundadas; 2) animan a los estudiantes a imaginar la educación de pregrado como vocacional, no liberal; 3) desalienta la imaginación, en lugar de alentarla, dándoles una lista de futuros posibles en lugar de pedirles que imaginen su propio futuro; 4) desalienta a los estudiantes de estudiar lo que les importa (y así cultivar un proyecto personal que podría conseguirles un buen trabajo) y les anima a estudiar algo que creen (erróneamente) que tiene buenas perspectivas laborales.
Las universidades y otros grupos, como la Asociación Americana de Antropología, no inventan estas fantasías de menú de trabajo para ayudar a los estudiantes. Lo hacen para ayudarse a sí mismos. Son el resultado de departamentos y asociaciones académicas que intentan seguir siendo relevantes mientras compiten con otras disciplinas por especializaciones e inscripciones. No es exagerado decir que los menús de trabajo de fantasía constituyen una especie de cebo mediante el cual se les dice a los futuros maestros de escuela primaria que trabajarán para el Banco Mundial o en Google.
La buena noticia es que puedes hacer lo que quieras con tu título en antropología, pero tienes que saber lo que quieres y luego salir y conseguirlo. Y es posible que el trabajo no consista en ganar tanto dinero como sea posible (aunque, para ser honestos, dado el estado del mundo actual, probablemente sería una buena idea). La antropología, como la mayoría de las especialidades, es una disciplina acogedora que te permitirá encontrar tu propio camino.
La mala noticia es que en la antropología no vives una vida de aventuras y emoción. La mayoría de las especialidades no lo hacen, de hecho. El mundo actual no es un buen lugar y las perspectivas de un empleo bien remunerado y gratificante no son buenas para la mayoría de los estudiantes. Les debemos a nuestros estudiantes ser honestos acerca de esto, en lugar de sugerirles sutilmente que una especialización los teletransportará de alguna manera a una economía alternativa de Satisfacción Infinita. Y si al enterarse de que su futuro será incierto, sin importar lo que elijan, si sienten curiosidad y comienzan a pensar en estratificación social, política, ingresos y educación, entonces, después de todo, podrían graduarse en antropología.
Fuente: Savage Minds/ Traducción: Maggie Tarlo