por CHRIS CORKER – Universidad York
La pandemia cambió nuestra percepción del espacio, de modo que los lugares que solemos dar por sentado de repente cayeron bajo un intenso escrutinio. Ver el mundo desde dos metros de distancia social forzada, restricciones, cuarentenas y protocolos de higiene redefinió nuestros lugares habituales.
El terror es un género de extrapolación en el que el peligro potencial se convierte en muerte segura; se alimenta y engorda en los peores escenarios. Como señalaron los comentaristas de cine, la pandemia está dejando su propia huella en el horror.
En particular, dos estrenos recientes de películas de terror de alto perfil, Scream 6 y Evil Dead Rise, muestran a los cineastas luchando con el espacio y lo que significa compartirlo. Con personas. Con fuerzas exteriores tratando de encontrar un camino hacia el interior. Con un asesino implacable.
La ciudad asfixiante
El tráiler de la última entrega de la serie Scream (Scream 6, estrenada en marzo de 2023) abre en un supermercado y cierra en un tren subterráneo, dos interiores que la pandemia cambió por completo. Agreguen a esto los apartamentos estrechos y sudorosos y las fiestas de fraternidad aún más llenas de sudor que aparecen en la película, y Scream 6 es una película plagada de la hiperclaustrofobia de la gran ciudad que muchos sintieron con el Covid-19.
Abril de 2023 vio el lanzamiento de una película de terror más sudorosa y significativamente más sangrienta: Evil Dead Rise. Evil Dead refleja los espacios confinados y los cuerpos sudorosos de Scream 6 y agrega una pizca de aislamiento sofocante: toda la película tiene lugar en un edificio de apartamentos decrépito que pronto será demolido. Como dijo el director de Evil Dead Rise, Lee Cronin, a la revista Far Out: “Escribí la película durante la primera ola de Covid-19, cuando el mundo entero estaba encerrado en sus casas, con una fuerza malvada afuera de la puerta. No sabíamos qué era eso, así que pasé mucho tiempo mirando las trampas de la vida cotidiana”.
Espacios confinados
En Evil Dead Rise, el estacionamiento en el sótano ofrece solo la tenue promesa de la salida. Mientras que en Scream incluso una escalera desvencijada suspendida a través de una caída de muerte segura parece preferible al riesgo de un mayor confinamiento, para la familia de Evil Dead Rise su edificio alberga toda su vida, al igual que los edificios de apartamentos parecían, para muchos, lugares de encarcelamiento solitario durante esos dos largos años de pandemia.
Evil Dead también hace un uso práctico (y aterrador) de uno de los espacios pandémicos más hiperclaustrofóbicos de todos: el ascensor.
Yendo a la ciudad
Estas franquicias hicieron el cambio a la vida de la ciudad este año. Con la excepción de Army of Darkness, las películas de Evil Dead siempre tuvieron lugar en cabañas remotas del bosque con rutas a la civilización cortadas.
Mientras tanto, Scream estuvo tan estrechamente ligada al Woodsboro ficticio que su representación satíricamente pintoresca de la vida en un pequeño pueblo estadounidense es posiblemente parte de su ADN.
El cine moderno de Hollywood complace ante todo a los nostálgicos. Sin embargo, después de la pandemia, los creadores de Scream 6 cambiaron el pequeño y viejo Woodsboro por la ciudad de Nueva York, y sus contrapartes en Evil Dead Rise cambiaron sus bosques idílicos, aunque a veces asesinos, por Los Ángeles (aunque Cronin describió el apartamento de Los Ángeles como una cabaña en todo menos en el nombre y la decoración).
Para muchos, vivir en una gran ciudad durante la pandemia fue una película de terror, especialmente para las personas con recursos limitados que no tuvieron más remedio que quedarse y arreglárselas.
Estos datos demográficos incluyen comunidades racializadas más propensas a experimentar condiciones de vida y de trabajo desiguales, la clase trabajadora y los padres en situaciones de vida precarias.
En la pandemia, la gente de las ciudades que no tenía adónde ir se quedó con un guion de incertidumbre, anotado con sirenas en la noche y toses fantasmas en el viento.
A raíz de tales experiencias, Evil Dead muestra las luchas de Ellie (Alyssa Sutherland), una madre soltera de tres hijos, mientras que la protagonista de Scream, Sam (Melissa Barrera), tiene dos trabajos para llegar a fin de mes.
Asesino sin rostro
¿Cuál podría ser un argumento lógico de película pos-pandémica? Quizás: una película de terror donde el asesino no tiene identidad ni intención. La máscara de Ghostface en Scream mantiene al asesino en el anonimato, mientras que la presencia malvada convocada por el libro demoníaco en Evil Dead elige a su víctima al azar. Estar en el lugar equivocado en el momento equivocado es mortal.
En las películas de terror, la seguridad a menudo se puede encontrar en los números, pero aquí las multitudes no son una protección. En Scream 6, un tren subterráneo repleto es un baño de sangre a punto de ocurrir, y en un supermercado lleno nadie está a salvo. En Evil Dead, incluso los grupos pequeños presentan un peligro infinito. Justo cuando estás seguro de que la carcajada de un enemigo no-muerto terminó para siempre, llega una segunda ola y una tercera, quizás incluso otra hueste: una variante.
Intimidad insegura
En Evil Dead Rise, los miembros de la familia no son más confiables que los extraños en la calle. La familia es aún más complicada con la inclusión de los niños y las mentiras reconfortantes que sus padres igualmente aterrorizados deben continuar diciéndoles.
El director de Evil Dead sacó a relucir la incómoda relación paterna de su primer largometraje, The Hole in the Ground (2019), para crear un retrato de una madre llevada al límite. Y luego presionó más.
En estas películas, la fachada de la seguridad de la ciudad se abre en rodajas para que se filtren las entrañas podridas. ¿Qué mejor motivo para que un horror rural haga su primer viaje a la gran ciudad?
Fuente: The Conversation/ Traducción: Horacio Shawn-Pérez